Llega el otoño y nos damos cuenta de que perdemos más cabello de lo habitual… ¿Cuándo debemos preocuparnos?
De manera natural, nuestro cabello está en continuo proceso de regeneración: los cabellos con los que nacimos no son los que nos acompañarán toda la vida, sino que se van renovando: cada cabello vive de 2 a 6 años y pasa por tres fases en lo que se conoce como ciclo de vida capilar: crecimiento, estancamiento y caída. Es un proceso normal, que además se acentúa en otoño, un momento en el que perdemos más cabello de lo habitual.
Aunque es difícil dar un dato promedio, se calcula que una persona tiene unos cien mil cabellos, y cada día perdemos de 50 a 150 cabellos.
Además, durante el otoño esta cifra puede duplicarse e incluso triplicarse. La cuestión es: ¿cómo saber si estoy perdiendo más cabello de lo normal?
Contar los cabellos que perdemos cada día es bastante complicado, así que los expertos proponen una solución más sencilla: el signo de la tracción o signo de Sabouraud: si al tirar del cabello se desprenden más de dos o tres puede considerarse que la caída está siendo más intensa de lo normal.
ADIÓS AL AGUA CALIENTE
Las duchas con altas temperaturas pueden causar daños en el cuero cabelludo al despojarlo de los aceites esenciales que ayudan a protegerlo, causando sequedad e inflamación. No hay evidencia directa de que conduzcan a la caída del pelo, pero algunos creen que la inflamación del cuero cabelludo puede dar como resultado la miniaturización de los folículos capilares y el adelgazamiento del cabello.
MASAJEA EL CUERO CABELLUDO
Algunos estudios, como el realizado por el departamento de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética, de la Nippon Medical School de Tokio, han sugerido que el masaje del cuero cabelludo tiene el potencial de aumentar la densidad del cabello al mejorar la circulación sanguínea en el cuero cabelludo y los folículos pilosos, así como también aumentar la actividad de los genes que promueven el crecimiento del cabello. Un beneficio adicional es que el masaje ayuda a reducir los niveles de estrés, otro factor relacionado con la pérdida de cabello.